lunes, 24 de octubre de 2011

Peso en el cuerpo, peso en el corazón













Marianne Williamson es la autora del libro "Volver al amor", un texto que incluye aquella perlita que leyera Nelson Mandela cuando asumió la presidencia de Sudáfrica luego de su excarcelación.
El texto dice: "Nuestro miedo más hondo no es sentirnos incapaces, nuestro miedo más hondo es sentirnos poderosos más allá de toda medida. Es nuestra luz no nuestra oscuridad lo que más nos asusta..." Y nos recuerda que estamos aquí para hacer brillar esa luz que hay dentro nuestro, que muchas veces disminuye su brillo hasta apagarse por creencias limitantes y experiencias dolorosas.
Marianne hizo popular Un curso de milagros que intenta revertir los pensamientos y creencias de base que limitan nuestra mirada positiva acerca de nuestra existencia y las circunstancias que rodean nuestra vida.
Hace unos meses publicó un nuevo libro basado en las enseñanzas del curso de milagros pero esta vez aplicado al cansador tema del exceso de peso y las adicciones.
Titulado "A course in weight loss, 21 spiritual lessons for surrendering your weight forever", indaga de manera profunda y holísitica en aquello que nos hace comer compulsivamente, elegir alimentos que no son saludables y caer en conductas compulsivas que nos alejan de una vida sana y equilibrada.
¿Por qué caemos en actitudes autodestructivas sabiendo que no nos hacen bien?, se pregunta. Y sus intentos de acercamiento a la verdad auscultan respuestas que provienen del alma y no sólo del cuerpo.
Atiborrarse de comida chatarra es una manera de anestesiar el malestar profundo. Tirarse frente al televisor a ingerir programas sin discriminación embota nuestra pena, distrae nuestra atención y hace que las horas pasen sin sentir demasiado.
Aumentar la grasa corporal genera una falsa sensación de seguridad. Al igual que el exceso de dulces y azúcares.
Un cuerpo engordado parece cobijarnos del mundo, como si nos metiéramos dentro de un abrigo gigante que nos garantizará inmunidad y protección frente a cualquier adversidad. Pero esa es otra de las mentiras en las que caemos, ya que al observar la imagen que nos devuelve el espejo sentimos mayor frustración, menos aprecio y más miedo.
El peso del cuerpo no significa nada en comparación al peso del corazón. Y mientras no ahondemos en las causas profundas que nos llevan a castigarnos con hábitos autodestructivos no podremos salir de ese círculo vicioso y negativo en el que hemos echado a nuestra alma.

El libro no está traducido al castellano aún. Si me tienen paciencia, les iré traduciendo las partes más relevantes e inspiradoras.

Victoria Branca

6 comentarios:

Belen dijo...

Buenísimo !!
Lo venden acá ??? aunque esté en Inglés !!!
Besos

eli dijo...

Espero que lo de "milagro" no signifique que sólo teniendo a Marianne sentada acá conmigo lograré hacer algo con mis dos pesos.
Tema sensible has tocado.
Que tengas una semana pacífica e inspiradora :)

Mercè Castro Puig dijo...

Querida Victoria,
¿Por qué nos dará tanto miedo la propia luz? ¿De qué debe estar hecho este temor?

Un abrazo grande,

Bea dijo...

Nuestra propia luz! como cuesta dejarse inundar por ella... abrir los brazos y recibirla!!!
Hay veces que nos escondemos detràs, otra nos hacemos los distraìdos, màs... perseguimos luces exteriores que nos parecen màs brillantes ò seducen, tambièn nos equivocamos y seguimos la de otros, no?
Temazooooo, "pesan 21 gramos"?, gracias

María Luisa(mlsordi@infovia.com.ar) dijo...

María Luisa(mlsordi@infovia.com.ar) dijo...
Creo tener una repuesta para Mercé Castro Puig: La propia luz, el sentirnos poderosos, nos asusta ya que es un don. Y como tal hay que ponerlo en servicio.
Otro me interpela, como desde el principio de los tiempos:” -¿Qué has hecho con tu hermano?” para Caín…
Por ello es que el tema es usado por Mandela; es el tema de todo aquel que al reconocerlo y reconocerse como tal, sabe que no puede quedarse con "el denario de oro sin hacerlo fructificar" (evangélico el tema). Hay que hacerlo rendir: lo hizo Mandela, Gandhi, la Madre Teresa y cada uno de los seres que se han sentido solidarios, por que han sentido que su luz, y su poder debía ponerse en SERVICIO
Es un tema muy precioso.
La segunda parte del post, es como bien dice Victoria, el “cansador tema del peso personal”, cuando está tomado desde la superficialidad y el egocentrismo que hoy nos habita …Aquí habrá un trabajo personal sobre la Voluntad o sobre la aceptación, cada cual lo sabrá. Menos mirarse tanto al espejo y más mirarse el adentro...ese “lugar de luz y de poder” que nos asusta, hasta encontrar para ello el SERVICIO que nos demanda...

Anónimo dijo...

¿¿Cómo se hace para no descargar el peso del corazón en el del cuerpo?? ¡¡Quiero la receta!! (y definitivamente, leer ese libro)...

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