lunes, 22 de marzo de 2010

Anna, la pequeña escritora

















El día que cumplió 13 años recibió el mejor regalo: un diario que ella misma había elegido en una librería de su barrio.
Desde la primera página le escribirá a una amiga invisible, Kitty, contándole su vida y sus secretos.
Anna Frank nació el 12 de Junio de 1929 en Francfort del Meno, Alemania. Es judía, como toda su familia. A los cuatro años se muda a Holanda.
Su familia se establece en Amsterdam donde Otto, el padre, emprende su negocio.
Anna fue a un colegio Montessori hasta los seis años. Luego a una escuela primaria.
El 1° de Septiembre de 1939 Alemania invade Polonia.
Anna, ajena a la voracidad de la desmesura humana, juega con su amiga Sanne Ledermann en la plaza de Merwedeplein.
Comienza la guerra. De ahora en más los judíos deberán llevar como distintivo marginante una estrella de David.
No podrán hacer uso del tranvía, ni viajar en coche. No tendrán acceso a cines ni teatros. Tampoco a espacios públicos.
Anna ya no podrá jugar en la plaza con sus amigas. Ni podrá practicar ningún deporte en público. Mucho menos mezclarse con cristianos.
El 10 de Mayo de 1940 el ejército alemán invade Holanda.
El 17 de julio de 1942 Anna y su familia se esconden en el "cuarto de atrás", el pequeño altillo acondicionado en el techo de las oficinas donde trabaja Otto.
La familia Van Pels cohabitará con ellos en ese espacio entre mundos.
El refugio. El escondite. La guarida... No es una casa, pero lo parece.
Todos deben moverse sigilosamente y hablar en voz baja. Como si fuesen fantasmas.
No podrán abrir las ventanas ni festejar nada.
Anna tiene un pequeño escritorio. El diario que recibió el día de su 13° cumpleaños es su puerta de salida hacia una libertad que le fue mutilada.
Allí escribe sin pausa. Cada día. Contándole a su amiga invisible pero tan presente, sus penas. Sus enojos. Su tristeza. Sus sueños...
Como ese que relata el viernes 23 de Julio de 1943.
Querida Kitty, voy a contarte nuestras fantasías, o sea, lo que quisiéramos hacer el primer día que "salgamos a la luz".
Margot y el señor Van Daan sueñan con un baño de inmersión bien caliente.
Mamá con una buena taza de café. Peter con ir a un cine en el centro de la ciudad.
Y yo, me sentiría tan extasiada que no sabría qué hacer primero, pero lo que más deseo es poder caminar libremente, moverme, tener una casa nuestra y volver a una escuela, donde los profesores puedan guiar mis estudios...


A partir de mañana inaugura
una muestra sobre la vida
de Anna Frank, en Sarmiento 2233.
La entrada es libre y gratuita.

2 comentarios:

Mercè Castro Puig dijo...

Ignasi empezó su diario nombrando a Anna Frank y a mi también me conmueve todo lo relacionado con ella. La inocencia de una niña magnifica el horror del que somos capaces.
Besos,
Mercè

eralamaga dijo...

Ojala vaya mucha gente a la muestra!! Ojala pudiera ir yo!!
besos!

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