lunes, 29 de junio de 2009

SOBRE EL MIEDO







La expresión "no teman" aparece más de trescientas veces en la Biblia,sin embargo nosotros seguimos temiéndole a todo.
Dejamos que sea el miedo quien gobierne nuestra vida y nos sometemos a su dominio y falso poder. De esa forma ya no somos dueños de nuestra existencia sino marionetas a merced de los hilos rígidos que mueve a su antojo este pseudo titiritero.
El miedo se disfraza muchas veces de prudencia. O de moral. Pero con el traje que sea, se adueña de la intensidad vital que nos está reservada y nos va congelando emociones y sueños que quedan como estalactitas suspendidas en cuevas oscuras a las que no queremos entrar.
El miedo es como una inmensa niebla que lo bloquea todo. Y con su presencia gris y atemorizante nos impide hacer tantas cosas que imaginamos y que deseamos pero que nunca llevamos a la práctica por temor.
El miedo distorsiona la realidad y también nuestros recuerdos. Y nos llena de ansiedad y preocupación que van minando nuestro entusiasmo y coraje.
"Donde hay miedo no hay libertad", dice Krishnamurti, es que el miedo es tiránico y despótico, y una vez que le permitimos la entrada a nuestro hogar terminará por hacer con nuestra vida lo que se le de la gana y de nosotros sus esclavos.
Pero el miedo no es real.
Basta aquietar la mente por un rato para darse cuenta de que el tropel de ideas pavorosas que galopan por nuestra cabeza se desvanece apenas contemplamos una puesta de sol, o la placidez del mar al amanecer, o la inmensidad sabia de una montaña.
O cuando cerramos los ojos e inspiramos profundamente, o nos entregamos a escuchar una melodía que nos gusta o rezamos una oración.

Extractado de mi libro Tal vez mañana

1 comentario:

Anónimo dijo...

O miramos a los ojos a un niño. O, en mi caso, cuando me entrego de lleno a hacer algo que me gusta y el tiempo se detiene. Anche el miedo.
Me encanto!

Vic

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Un arma poderosa

Un arma poderosa